La Alcaldía de Quito (Ecuador) expidió hace apenas una semana, la ordenanza que prohíbe los espectáculos donde haya sufrimiento de animales.
En el artículo 46 de la ordenanza, apartado «De los animales destinados al entrenamiento», dice: «De peleas o combates públicos o privados. Queda expresamente prohibido todo tipo de espectáculos públicos o privados que impliquen sufrimiento, maltrato, muerte o cualquier tipo de atentado al bienestar animal».
Pros y Contras de este Manifiesto
Con ello, el Municipio de Quito mantiene su política animalista en momentos en que se mantiene un litigio en la Corte Constitucional de Ecuador en la que los amantes de los toros pretenden que prevalezca lo que llaman «Derecho a la Cultura«, para revertir en la Corte el resultado de la Consulta Popular de 2011, en la que más del 50 % de los habitantes de Quito apoyaron la prohibición de espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal.
La Asociación de Toreros del Ecuador sostiene que: «La consulta popular arrojó resultados inconstitucionales, puesto que se consultó sobre una materia que no era susceptible de ser sometida a deliberación ni decisión de una mayoría…» y que «implicó la restricción injustificada de múltiples derechos constitucionales de la comunidad taurina, al prohibir la celebración de la tauromaquia en toda su manifestación».
La ordenanza se suma a la decisión de la actual alcaldía de Quito de eliminar de la centenaria Plaza Belmonte todos los festejos taurinos, realizados por el torero, ganadero y empresario José Luis Cobos, que desde 2011 hasta 2018 se hacían Toros sin muerte del animal, NO sin sangre y sin muerte, tal y como lo planteamos en Toros Sin Muerte®, aunque SI a la portuguesa, es decir, picando y banderilleando al toro con herramientas de corte. De esta forma, Quito se queda sin rastros de la fiesta brava cada diciembre. Así queda a la espera de que la Corte Constitucional se pronuncie sobre la pretensión de los taurinos para retomar las corridas de toros tradicionales.
La Corte Constitucional suspendió la audiencia, para dar paso a una fase de deliberación antes de emitir la sentencia sobre el caso.
Historia Taurina en Ecuador
En la época de la colonia ya se hablaba de tauromaquia en Quito con la llegada del «juego de toros». Los padres jesuitas fueron los primeros en traer al astado de lidia a tierras americanas y dar comienzo con ellos la Historia del Toreo en Ecuador.
Desde aquel entonces la tradición española y americana se juntaron en la cultura mestiza. Específicamente en lo taurino, los primeros toreros fueron los indígenas nativos, quienes esquivaban la embestida a fin de llevarse parte de los cultivos y animales de los padres jesuitas.
La tradición se fue afianzando y tomando los aspectos propios de la sociedad quiteña, lo que dio origen a la Feria Jesús del Gran Poder, que se desarrolló en la Monumental Plaza de Toros Quito, extendiéndose en ferias como la de Latacunga, junto con Ambato, Riobamba, Cuenca, Salcedo Ibarra y también en la provincia de Cotopaxi, las cuales han mantenido en sus ferias los festejos taurinos de forma íntegra hasta nuestros días.
En la actualidad, no se dan toros en la Monumental de Iñaquito desde 2012, cuando la empresa CITOTUSA, presionado por la situación que había generado la Consulta Popular de 2011 y la indecisión de los aficionados para ver Toros sin muerte, llevó a la empresa a dejar a ganaderos con sus toros, toreros y trabajadores tanto directos como indirectos, en la calle y sin facturar ni un solo beneficio en la feria durante ese año y en los sucesivos a pesar de las suplicas de los profesionales y de los grandes beneficios, valorados en 4.300.000 $ que la Feria daba a la ciudad de Quito.
En 2013 la feria de Quito «Jesús del Gran Poder» se realizó en una Plaza portátil, al final de origen Colombiano para 4.200 localidades en la parroquia Tambillo del Cantón Mejía en la provincia de Pichincha, a 30 minutos al sur de Quito. La empresa que lo organizó fue Condortrust. Este año se rompió un récord de trofeos pues se cortaron 23 orejas y un rabo, hecho que no se ve usualmente en este evento. Finalmente, el último día la empresa decidió suspenderla debido a la fuerte presión de Juzgado, además de la falta de público que no llegó en los números esperados.
Tal y como hemos mencionado anteriormente, tan solo se han dado festejos taurinos eso si, sin muerte del animal, en la Plaza de Toros Belmonte en los años señalados.
Nuestra Opinión
De nuevo, como en Bogotá o en otras ciudades del mundo donde se pretende abolir la tauromaquia, vuelven a caer en el error del extremismo y radicalismo, la abolición como remedio. En esta ocasión por la Alcaldía de Quito, junto a la Consulta Popular no constitucional de 2011, hace que ni los taurinos ni los antitaurinos estén conformes con las medidas tomadas.
Por un lado, los aficionados han seguido en un extremo del conflicto, sin aceptar que la tauromaquia pueda evolucionar por ser sin muerte, dejando así las plazas de toros vacías, ni en la Belmonte, ni en la portátil del Tambillo, ni en la Monumental de Iñaquito. Por otro lado, los extremistas antitaurinos siguen viendo injusto que el animal sufra en la plaza con puyas, rejones o banderillas aunque no se le de muerte en la plaza, piensan que el animal sufre durante el espectáculo.
Y la gente se pregunta, ¿Dónde está el punto intermedio?, ¿Cuál es la forma asertiva de resolver el eterno conflicto de la Tauromaquia?, ¿Cómo será el renacer y la Revolución del toreo?
Como diría un gran conocido y maestro E.M.A:
No preguntes por saber, que el tiempo te lo dirá, que no hay nada más bonito que saber sin preguntar.